La pandemia causada por el COVID-19 y sus consecuencias no solo se constituyen en un peligro para la integridad física, sino que además afectan a la salud mental de las personas. Este factor de riesgo psicológico puede impactar negativamente en quienes están a cargo de la crianza de los niños y niñas, particularmente de los más pequeños.
Para evitar ese impacto, es muy importante que los adultos responsables generen vínculos afectivos, estables y protectores con los niños y niñas a su cargo, para que éstos alcancen un óptimo desarrollo.